¿Alguna vez escuchaste sus nombres? ¿Te costó ubicarlos cuando se mencionó una cita bíblica de algunos de esos libros? ¿Sabes cuales libros son?
En muchas ocasiones estos libros son bastantes ignorados por nuestras congregaciones e incluso por nuestra lectura personal. Pero estudiando sus vidas y el mensaje que Dios habló en su momento, puede llenarnos de riquezas inimaginables, que no pensábamos que podríamos ser extraídas de allí.
Hoy queremos compartir un breve resumen de los profetas menores. Estas informaciones generales, lo hemos recopilado del libro “El mensaje de los profetas menores para este tiempo”, del Dr. Flavio Florentín. El orden de los personajes/libros están alfabéticamente y en una próxima ocasión, publicaremos los seis restantes libros.
Abdías: profeta para tiempos de violencia
“Por haber maltratado a tu hermano Jacob te cubrirá vergüenza y serás exterminado para siempre”. Abdías 1:10
Es el libro profético más corto del A.T, considerado por algunos comentaristas como un himno al odio. Abdías se caracteriza por su patriotismo y pasión, acompañado de convicciones profundas, pero para entender sus reclamos, Edom es la clave del libro, porque los juicios pronunciados por el profeta son dirigidos a ellos.
El libro de Abdías nos muestra cómo la violencia enciende más violencia, siendo una alternativa que no se debería tomar.
Desafío para el cristiano: Es vivir y leer con los ojos de Jesús, quién nos insta a vivir en paz unos con otros. Esto será posible caminando en Paz, y hacerlo en medio de un mundo violento.
Amós: profeta para tiempos de opresión e injusticia
“Aborreced el mal, amad el bien y estableced la justicia en juicio; quizá el Señor, Dios de los ejércitos, tendrá piedad del remanente de José”. Amós 5:15
Amós es el profeta que fue llamado desde el campo, «tomándolo» Dios desde sus tareas cotidianas. Pero eso no lo descarta como una persona que manejara las situaciones que estaba ocurriendo, al contrario, conocía bien el contexto social de su pueblo como de los vecinos. Los relatos de su libro nos presentan sobradas muestras del conocimiento que tenía en su entorno.
Sus acusaciones son dirigidas primeramente a los pueblos vecinos, para luego reclamar más severamente contra Judá e Israel. Su proclamación tiene directa relación con la corrupción de la justicia (2.6), la opresión de los pobres (2.7a), la inmoralidad en nombre de la religión (2.7b) y con la falta de gratitud a Dios (2:9-13) que carecía en el pueblo.
Desafío para el cristiano: El llamado profético es denunciar las atrocidades de nuestra sociedad. Amós nos muestra que Dios conoce lo que ocurre y levanta profetas para tiempos de opresión y de inmoralidad.
Habacuc: profeta para la búsqueda de la verdad
“En mi puesto de guardia estaré, sobre la fortaleza afirmaré el pie. Velaré para ver lo que se me dirá y qué he de responder tocante a mi queja”. Habacuc 2:1
Curiosamente el libro no se enfoca en el trasfondo familiar, no hay referencias de sus antepasados o descendientes. Sino más bien de su tarea primordial; la de “pensar”. Luchó interiormente por conocer la manera de obrar de Dios. «Hasta cuándo, Señor, he de pedirte ayuda sin que tú me escuches? (1:2). Dios le responde que hará historia, y que esa historia será tan sorprendente que cuando sea narrada, será difícil de creerla. Pues, Él utilizará a los caldeos, una nación impía, cruel ambiciosa. Al final del libro, Dios le alienta a Habacuc para tener esperanza en Él, por eso le dice que: “el justo por la fe vivirá” (2:4).
Desafío para el cristiano: Habacuc nos enseña cuán importante es observar para conocer la realidad. La observación nos debe llevar a un diálogo reflexivo con Dios y su palabra.
Hageo: profeta del templo de Dios.
“¿Es acaso para vosotros tiempo de habitar en vuestras casas artesonadas, mientras casa está en ruinas?” Hageo 1:4
Este pequeño libro nos habla de un profeta sumamente preocupado por el templo del Señor. La nueva generación debía nuevamente construir el templo de Dios, ya que el último fue destruido por Babilonia.
Hageo recibió el llamado de Dios con un propósito bien definido: exhortar y animar al pueblo a la reconstrucción del templo. Pero además de la tarea física de la construcción, tenía también uno a nivel del pensamiento. Las personas creían que por tocar los elementos del santuario durante la construcción, ya les estaría santificando automáticamente también a ellos. Por eso fue uno de sus mensajes principales que «El pecado del pueblo corrompe a la santidad del lugar». Ellos debían examinarse a sí mismo desde el interior.
Desafío para el cristiano: Que Dios hace un llamado al arrepentimiento y a volver al pacto con Él.
Joel: profeta para tiempos de calamidad
“El campo está asolado y se enlutó la tierra, porque el trigo fue destruido, el mosto está pasado y se perdió el aceite”. Joel 1:10
Joel es un testigo primario por vivir las calamidades acontecidas por su pueblo en su tiempo. Posiblemente conocía en detalle las funciones de los sacerdotes por lo mencionado en el libro.
El contenido del libro va desde la destrucción hasta la restauración. La devastación que había ocurrido fue: la invasión de langostas, sequía, campo asolado, por lo tanto, faltaba lo más fundamental para la vida.
Para Joel, las calamidades deben enfrentarse con arrepentimiento y humildad. Para la Biblia, el arrepentimiento es un requisito previo a la restauración y a la prosperidad.
Desafío para el cristiano: Jesús nos enseña que incluso en medio de momentos difíciles, dice “No teman, yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin”. En medio de calamidades, lo mejor es tener la conciencia de la presencia de Dios.
Jonás: Profeta para tiempos de misión
“Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te daré”. Jonás 3:2
Lo llamativo y excepcional de este libro abarca en todo su contenido. Por ejemplo: Los profetas suelen dirigir su mensaje a su pueblo, pero aquí Jonás se dirige a un pueblo extranjero e incluso enemigo de ellos.
También el hecho de ser tragado por un pez es bastante extraordinario. Pero Jonás recién entendería dentro del vientre, que el llamado de Dios es ineludible y por eso dijo “Cumpliré lo que te prometí. La salvación viene del Señor” (2:9).
La predicación poderosa de Jonás enseña la importancia de la experiencia personal para transmitir el mensaje, que logra un cambio de su mal camino y Dios perdonó a todo Nínive.
Desafío para el cristiano: El libro de Jonás suele ser resistido por las dudas que se genera en cuanto a su literalidad o preguntas sinceras sobre el pez gigante o la conversión de todo un pueblo. Pero al libro debemos leerlo más allá de estos temas, y extraer las lecciones significativas como el salir a compartir el mensaje a un pueblo que no sea el nuestro, porque esa es la voluntad de Dios.
En un próximo espacio mencionaremos los otros seis profetas menores restantes.
Fuente: Florentin, F. (2018). El mensaje de los profetas menores para este tiempo: Con guía para su estudio individual o grupal. (I. B. A., Ed.) Asunción, Paraguay.
Resumen por: Marcelo Centurión
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