La Navidad es acerca del nacimiento del Salvador, que es Cristo el Señor. Este nacimiento nos habla de la presencia concreta de Dios. ¿Qué podemos aprender de este Salvador y por medio de este Salvador?
La navidad nos habla del nacimiento del Salvador siendo esto una invitación a nacer. El Salvador ha nacido y su nacimiento ha sido durante los siglos buenas noticias de gran gozo para muchos dando sentido y significado para la vida de muchas personas y esto ha sido también una realidad en la vida de muchos de nosotros. Pero al mismo tiempo necesitamos reconocer que muchos aspectos de nuestras vidas necesitan ser renovadas, re-nacidas o re-dirigidas. Es decir, necesitamos el milagro del nacimiento del Salvador constantemente en nuestras vidas.
Estas fiestas y la finalización del año son una buena ocasión para reflexionar y reevaluar nuestras vidas en el aspecto económico, académico, ministerial, interpersonal, etc. con el fin de tomar algunos pasos concretos y nuevos compromisos.
Cuántos de nosotros necesitamos “nacer”: a misericordia, perdón, compañerismo, descanso, generosidad. Que el nacimiento del Salvador sea constante y continuo en nuestras vidas con el fin de vivir como una comunidad de fe que manifiesta la esperanza de la salvación integral basado en el incansable amor de Dios. Y este nacer continuo y constante es posible porque nuestro Dios es Emanuel, Dios con nosotros. La navidad nos habla de una presencia de amor que nos da esperanza de salvación integral para todos que nos invita a nacer en y con el amor de Dios. La navidad nos habla del nacimiento del Salvador y nos habla de Emanuel: Dios con nosotros. El tener presente estas cosas pueden ayudarnos a disfrutar y, tal vez, redireccionar el espíritu de la navidad en nuestros hogares, nuestros barrios, nuestro país y el mundo. Mi anhelo y oración es que en medio de los asados, risas, viajes y arbolitos el Dios Emanuel sea real en nosotros, con nosotros y por medio de nosotros. Termino con la oración:
“Hay un tiempo para nacer y es ahora”*
Hay un tiempo para nacer y un tiempo para morir.
y hoy es un tiempo para nacer.
De tal modo que nos volvemos a ti, Dios de nuestra vida
Dios de todos nuestros años
Dios de nuestros comienzos
Nuestros tiempos están en tus manos.
Escucha nuestra oración:
Por aquellos de nosotros que estamos en demasiada obediencia (legalismo),
que podamos nacer en la libertad de tu evangelio.
Por aquellos de nosotros que estamos en demasiada libertad,
que podamos nacer en la disciplina de tu ministerio.
Por aquellos de nosotros que estamos en demasiado cinismo,
que podamos nacer en la inocencia del niño Jesús.
Por aquellos de nosotros que estamos en demasiada cobardía,
que podamos nacer en coraje para estar de pie contra los principados y poderes.
Por aquellos de nosotros que estamos en demasiada culpabilidad
que podamos nacer en el perdón de tu generosidad.
Por aquellos de nosotros que estamos en demasiada inseguridad
que podamos nacer en las promesas que tú haces a tu pueblo
Por aquellos de nosotros que tratamos de tener todo bajo control
que podamos nacer en la vulnerabilidad de la cruz
Por aquellos de nosotros que nos sentimos y somos victimizados
que podamos nacer en el poder tu Pascua
Por aquellos de nosotros que estamos demasiado fatigados
que podamos nacer en la energía de Pentecostés
Nos animamos a orar que tu voluntad pueda hacer por nosotros, en medio de nosotros y por medio de nosotros lo que sea necesario para la renovación
Danos el poder para ser receptivos,
para tomar la renovación que tú nos das.
Hacemos esta oración no sólo por nosotros, sino
por nuestras instituciones
por nuestras iglesias
por nuestras ciudades esperando por renovación,
por toda la creación,
Hay un tiempo para nacer, y es ahora.
… en el nombre de Jesús. Amen
*Adaptado de Edwin Searcy, ed. Awed to Heaven, rooted in Earth: Prayers of Walter Brueggemann. 2003. págs.150-151.
Conoce nuestra serie de 12 REFLEXIONES NAVIDEÑAS