Amor incondicional y su presencia constante

Mateo 1:22-23

Qué grandiosa la experiencia  para una mujer  de dar a luz un hijo, cuánto más para María al dar a luz un hijo que salvaría a su pueblo y a toda la humanidad de sus pecados. Esto no sucedió por mera casualidad, todo era bajo una intencionalidad que Dios mismo preparó para que se pueda cumplir lo dicho por el profeta. Dios siempre buscó la manera de entablar comunión con el ser humano y ésta vez, no fue la excepción con tan grato anuncio.

Cosas milagrosas suceden cuando está la intervención divina, muestra de este milagro es que una virgen concedería y daría a luz sin la intervención de un varón. Todo propósito lleva a una  decisión  definida, y vaya que nuestro Dios  tenía un propósito maravilloso para  con nosotros al enviar al Emanuel!! Su misión divina era salvar a todos.

Emanuel… Dios con nosotros,  es la mejor demostración de amor de parte del Padre, porque con Emanuel se encarna la seguridad de que Él siempre estará con nosotros, no importa el pasado que hayamos tenido, los dolores que hayamos pasado o  las circunstancias que nos toca vivir hoy, sean estos tiempos de preocupaciones, ansiedades, duelo o soledad. Hoy día sigue vigente su propósito de salvarnos y acompañarnos por medio del Emanuel. Su presencia nos colma de una única seguridad para sentirnos protegidos, sanados, plenos, acompañados y restaurados. Él nos asegura que su presencia estará con nosotros hasta el fin del mundo.

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Escrito por: Mgtr. Ruth Villar

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