Desarrollo de la fe de los niños

A child praying inside the church

Según James Fowler, el ser humano puede pasar por seis etapas en el desarrollo de su fe, pero puede quedarse estancado en cualquiera de ellas. Para avanzar necesita de crecimiento biológico y desarrollo cognoscitivo, psicosocial y emocional, y también de experiencias que causan desequilibrio.

El Norteamérica Fowler, influenciado por Piaget, Erikson y Kohlberg, como también Paul Tillich y H. Richard Nieburd, estudió el desarrollo de la fe de personas de distintos trasfondos religiosos. Mencionando que la fe (como proceso o cómo se cree) es un fenómeno universal, siendo un medio para hacer y dar sentido a la vida.

Este es un fragmento del libro Seamos como niños: Pensar teológicamente desde la niñez latinoamericana y nos basaremos en la sección que ha escrito la Dr. Marlene Enns, mencionando sobre varias escuelas que buscan el comprender sobre su desarrollo y la descripción será solo una de las varias teorías encontradas dentro del libro, y se abarcará principalmente la niñez.

  1. Fe primal (0-2 años). La fe tiene su origen ya antes del nacimiento y consiste en un sentido básico de confianza y desconfianza. Dicho sentido es formado por rituales (cuidado, amor, juegos realizados en forma rutinaria), ya que la sensación de gozo y satisfacción que éstos brindan preparan el camino para futuras experiencias con Dios. En esta etapa también se forman imágenes primales de Dios, basadas en las experiencias con otros (especialmente con los padres).
  2. Primera etapa: Fe intuitiva-proyectiva (niñez temprana). La fe se caracteriza por una viva imaginación, fantasía y fascinación con misterio. Es fuertemente influenciada por imágenes, historias o símbolos. Si éstos logran captar la imaginación de niños, pueden despertar y moldear en ellos creencias, valores y lealtades con raíces muy profundas en su corazón. La percepción y los sentimientos son poderosos “profesores”, ya que los niños absorben todo lo que ven sin cuestionarlo. Imitan los ejemplos, las reacciones, el lenguaje y las acciones de fe de aquellos adultos que son más cercanos a ellos.
  3. Segunda etapa: fe mítico-literal. Desde los seis o siete años empiezan a desarrollar una fe mítico-literal. Mito se entiende como “una historia tradicional que explica los orígenes, las costumbres, las prácticas religiosas y las actividades de los dioses”, Al nombrar esta etapa fe mítico-literal, Fowler resaltó la importancia del rol de la historia -mito- y del carácter literal que tiene el pensamiento en esta etapa de fe. Además, ahora los niños y las niñas pueden relatar historias por sí solos, descubrir su significado y también crearlas. Más aún, llegan a hacer suyas las historias, las creencias y los rituales religiosos que predominan en sus comunidades de fe, y, por ende, a defenderlas.

Extraído de: Seamos como niños: Pensar teológicamente desde la niñez latinoamericana (Págs. 99-101)

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