El legado de Alfred Neufeld: leyendo sus escritos.

 

Hoy, 24 de junio 2021, recordamos un año de la partida del Dr. Alfred Neufeld, dedicó su vida al servicio de Dios y la extensión de su reino. Ciertamente su legado es enorme debido a las innumerables experiencias de servicio, las más resaltantes son: el Instituto Bíblico Asunción del cual fue profesor y director, la Universidad Evangélica del Paraguay donde sirvió como rector, la iglesia HM Concordia donde sirvió como pastor, la Asociación Hermanos Menonitas y el Congreso Mundial Menonita.

Sus enseñanzas que se transmitieron mediante clases, ponencias y vivencias, dejaron huellas profundas en las personas que lo conocieron. Un pensador brillante y profundo, un orador fervoroso, con alto rigor académico, pero con corazón pastoral, un constructor de puentes.

El legado que dejo es enorme, pero indudablemente son sus escritos los que nos permiten entender la lógica de su pensamiento y aprender de él. Escribió muchos artículos, así como libros en alemán e inglés. Los siguientes títulos son los libros que están publicados en español:

Vivir desde el futuro de Dios: introducción a la teología cristiana

Toda formulación teológica nace siempre en un contexto histórico específico y debido a circunstancias peculiares y cuestiones locales. La teología debe ser un instrumento que posibilite obedecer a Dios en tiempos y situaciones concretas.

En las últimas décadas se ha enfatizado acertadamente la necesidad de teologías locales y contextuales. Se ha abandonado el concepto de una teología única para todas las culturas, los continentes y los idiomas. Sin embargo, en el mundo globalizado del siglo 21, la labor teológica no puede ser excesivamente local. Siempre necesita, el diálogo con la “nube de testigos” que nos antecedieron en 2000 años de historia del cristianismo. Es por eso que teología local y teología global no deben ser contradictorias.

Vivir desde el futuro de Dios busca proveer una síntesis de lo que últimamente se ha llamado “meta-teología” , es decir, perspectivas teológicas globales que sirvan para construir teologías locales.

Los refranes de nuestra cultura indican que el pensamiento fatalista es frecuente en vastos segmentos de la población nacional. Estudios del campo sociológico, económico y político confirman la misma tendencia. Además, advierten, que semejante actitud es propensa a producir pobreza y resignación.

¿Cuáles son las posibles raíces históricas, culturales y teológicas, que han forjado una tendencia hacia el pensamiento fatalista en el Paraguay?

¿Y cuáles deberían ser los elementos culturales renovadores conducentes para proveer esperanza, optimismo, autoestima y proactividad?

El libro busca diagnosticar y comprender algunos males, que aquejan a la historia cultural nacional. Pero más que un diagnóstico intenta formular algunos caminos de salida, para no ser atrapado en una falsa “sagrada resignación”. Las propuestas surgen del campo de la teología y de la cosmovisión cristiana en un constante dialogo con la historia cultural y eclesial del Paraguay.

Unos 1,5 millones de cristianos pertenecen contemporáneamente a las iglesias Anabautitas Mundiales. Dispersos en más de 75 países ellos se consideran descendientes del movimiento Anabauista que surgió en Europa en la Reforma Eclesial del siglo 16. ¿Cuáles son las convicciones básicas que estas congregaciones comparten? Como no están organizados de manera rígida a nivel mundial, varían considerablemente en sus expresiones culturales y litúrgicas. Pero siempre han insistido que la fe auténticamente cristiana debe reflejarse en el estilo de vida cotidiano.

La carta a los Efesios nos presenta una teología concisa y abarcadora respecto a la iglesia. La iglesia, como agente divino en el mundo, merece toda atención y todo cuidado de parte de los que se llaman cristianos, pues ella como novia es objeto del amor y cuidado de Cristo, y como cuerpo de Cristo es el bien tangible

Que el mundo puede percibir la realidad del Mesías. Es por eso que se dice que Menno Simons, aquel sacerdote holandés rebelde que dio nombre a las iglesias menonitas, haya dicho en su lecho de muerte: “No hay cosa en el mundo que haya amado tanto como la iglesia de Cristo”. Este testimonio, adecuado para cualquier seguidor de Cristo, es en especial importante para aquellos lideres y maestros que pastorean la iglesia. La carta a los Efesios provee orientación y aliento para amar la iglesia de Cristo.

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