Lo que tienen para decirnos los profetas menores – Parte II

Continuando con la segunda parte de la breve descripción de los profetas menores que ya fue mencionado en el artículo anterior https://iba.uep.edu.py/recursos/lo-que-tienen-para-decirnos-los-profetas-menores/

Queremos aportar los seis restantes libros, recordando que estos son un recopilado del libro “El mensaje de los profetas menores para este tiempo”, del Dr. Flavio Florentín.

Malaquías: profeta para la restauración moral del culto.

“Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque es mensajero del Señor de los ejércitos”. Malaquías 2:7.

El libro de Malaquías es comúnmente asociado por la cita que menciona sobre el diezmo, pero la preocupación del autor va más allá que eso. Este libro menciona sobre los descontentos de Dios, que tiene con su pueblo, primeramente con la falta de reverencia a su nombre, como también en contra de los dirigentes religiosos. Luego, la imagen que nos presentan de Dios es la de un juez contra los injustos. En ese contexto es donde se llama a depositar los diezmos para el mantenimiento del templo. Y para cerrar el libro se anuncia el día del juicio final, donde los que temen el nombre de Dios, serán liberados y salvados (4:2).

Del profeta se sabe poco, más que su nombre significa “mi mensajero”. Su principal interés está en el culto durante la reconstrucción del templo, ocupándose en la forma correcta de celebrar los sacrificios y otros ritos.

Desafío para el cristiano: Malaquías nos enseña que se necesita revalorar y tomar con más seriedad nuestros cultos evangélicos. No dejando todo a la improvisación y fomentar que quienes nos presiden, estén con la actitud correcta.

Miqueas: Profeta para la restauración social

 “Hombre, él te ha declarado lo que es bueno, lo que pide el Señor de ti solamente hacer justicia, amar misericordia y humillarte ante tu Dios” Miqueas 6:8

En aquel tiempo, la idolatría, la apostasía y los sacrificios de humanos eran comunes. Rey Acaz menospreciaba todo lo que era considerado santo y actuaba con gran maldad e inmoralidad. Bajo su reinado abundaron la corrupción religiosa, jurídica y social.

Por eso su juicio se dirige principalmente contra los dirigentes políticos. La misión central de Miqueas es denunciar las maldades e injusticias de su tiempo y levantar una voz profética de condena y advertencia de castigo divino por tales prácticas.

En Miqueas se tiene el puro clamor profético por los indefensos de la tierra, sus compatriotas, los campesinos que sufrieron bajo la prepotencia y sometimiento de aquellos que codiciaron sus campos y se despojan de ellos. El libro concluye con una palabra de esperanza en el perdón divino. Por más rebeldes y corruptos que seamos, Dios perdona la maldad y olvida el pecado (Miqueas 7:18).

Desafío para el cristiano: La acumulación de riquezas por medios ilegales o violentos trae condenación al sufrimiento y la infidelidad. La verdadera riqueza está en la practica de todo lo honesto, lo justo, lo puro y lo amable.

Nahúm: Profeta que sueña con venganza

“El Señor es Dios celoso y vengador; el Señor es vengador y está lleno de indignación; se venga de sus adversarios y se enoja con sus enemigos” Nahúm 1:2

Poco se conoce de la persona de Nahúm, a destacar su patriotismo. Una característica de un patriota es ver todo lo malo en los adversarios y no se preocupa en los propio males. Otra característica del profeta es su desmedido uso del lenguaje injurioso contra Nínive. Teniendo en cuenta la primera característica mencionada, los patriotas suelen ser personas que poco miden sus palabras.

Nahúm revela su teología; “Dios es celoso y vengador” y con esa percepción es entendible el porqué de su declaración de guerra. El autor nos explica que para comprender el entendimiento del profeta, hay que reconocer que Nahúm es hijo de su tiempo. Sería un error juzgar a Nahúm con los parámetros morales actuales.

Desafío para el cristiano: Es enfrentar los sueños de venganza con el espíritu de Cristo; quien dijo: “No traten de vengarse de quien les hace daño. Si alguien les da un bofetada en la mejilla derecha, pídanle que les pegue también en la izquierda”.

Oseas: Profeta para tiempos de esperanza

“Yo los sanaré de su rebelión, los amaré de pura gracia, porque mi ira se apartó de ellos” Oseas 14:4.

Oseas es bien llamado el profeta del amor, posiblemente sea el más conocido por su casamiento con la mujer de vida ligera.

El profeta vio un futuro de esperanza, pero sin desconectarse de la realidad preocupante en que estaba su pueblo. Oseas vio que el problema de la corrupción iniciaba desde la realidad interior, que luego era conducido a la sociedad.

Para Oseas, una de las causas de la descomposición moral es la falta de conocimiento: “Mi pueblo está destruido por falta de conocimiento” (4:6). La reprehensión gira entorno a lo intelectual. Pero ese no era el único aspecto, también sería la soberbia nacionalista, la inestabilidad, el ritualismo estricto, la mundanalidad, la corrupción religiosa y la apostasía e idolatría dentro del culto.

Desafío para el cristiano: para proyectar una sana esperanza es necesaria una buena teología. Debemos ser consciente de nuestra humanidad y acercarnos como tales a un Dios que restaura todo cuanto toca. “Yo sanaré sus rebeliones” (14:4).

Sofonías: profeta para lo cotidiano

“Acontecerá que en aquel tiempo que yo escudriñaré a Jerusalén con linterna y castigaré a los hombres que reposan tranquilos como el vino asentado, los cuales dicen en su corazón: El Señor no hará bien ni hará mal” Sofonías 1:12

Sofonías provenía de una familia noble, su bisabuelo fue el rey Ezequías y aunque era un hombre que tal vez frecuentaba el palacio, conocía lo que acontecía dentro de la ciudad.

En Sofonías es muy claro el mensaje de que los pecados morales del presente tienen consecuencias futuras; pero, a pesar del juicio divino, el profeta deja en claro que con el arrepentimiento y conversión, producirán como resultado un pueblo humilde y pobre que confiará en Dios (3:12).

Sofonías manifiesta su interés en el acontecer cotidiano; entendía que todo mal social iniciaba por una pérdida de la identidad y tocaba temas como la vestimenta por ejemplo. También hablaba sobre la corrupción en los negocios, criticaba el trabajo del usurero, también la pereza e indiferencia, y un desmedido afán por el progreso por todo lo que estaba ocurriendo.

Desafío para el cristiano: Solo los hábitos cotidianos que responden a los parámetros de Dios aseguran la presencia de Él en medio nuestro. El hoy afecta de manera vita nuestra felicidad futura. Tal vez por ello Jesús nos recuerda: “Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”.

Zacarías: profeta para tiempos de perdón

“Habló el ángel y ordenó a los que estaban delante de él: Quitadle esas vestiduras viles. Y a él dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado y te he hecho vestir de ropas de gala” Zacarías 3:4.

La situación social de Zacarías no difiere demasiado a la nuestra. El profeta era un buen intencionado constructor social, pero era consiente de que para generar cambios en las personas, haría falta una reparación espiritual y moral.

Zacarías fue un arduo trabajador, con muchos sueños y esperanzas. Como caracteriza a los reconstructores sociales. Tenía una percepción de la realidad del caos y del sufrimiento; sueños y esperanzas que auguraban tiempos nuevos y mejores.

Lo interesante de este profeta es que Zacarías no es pesimista. Con él, la desesperanza del desorden se vuelve algo esperanzador, por eso este libro es el más mesiánico de todos los profetas del Antiguo Testamento. Aunque también hay una característica del libro; que no resulta fácil comprender. Tanto los judíos como líderes de la primera hora de la iglesia cristiana reconocen eso.

Pero uno de los más grandes temas del libro es el perdón. Ante tantas imágenes apocalíptica, el libro procura de transmitir sobre la importancia del perdón para el servicio. Nadie puede servir a Dios ni al semejante con la carga de la culpabilidad.

Desafío para el creyente: Uno de los primeros frutos del perdón es que nos arropa de humildad. Al ser perdonados nos ubicamos en el mismo nivel con los demás. Nos trae libertad, primeramente delante de Dios y luego delante del semejante.

 

Fuente:

Florentin, F. (2018). El mensaje de los profetas menores para este tiempo: Con guía para su estudio individual o grupal. (I. B. A., Ed.) Asunción, Paraguay.

 

 

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