«Mis oraciones de cada mañana revelan algo acerca de mis deseos más profundos. Juntamente con mi esposa empezamos el día con la lectura de la Palabra de Dios y la oración. Unas cuantas peticiones se repiten a diario en mis oraciones. Esta realidad puede considerarse una tradición, pero definitivamente no es una rutina nada más. Son expresiones sinceras desde lo más profundo de mi corazón. Es más, al repetirse prácticamente cada día, estas peticiones de alguna manera indican lo que es importante para mí, lo que tiene prioridad en mi vida. Pregunta: ¿Cuáles son tus deseos más profundos?»