El viejo debate sobre si el anabautismo mantenía la perspectiva luterana de la teología del doble reino o la perspectiva Calvinista Reformada de un reino, no tiene una respuesta clara. Probablemente es una pregunta equivocada. Pero desde que escribió George F. Vicedom su obra misionera Missio Dei,14 está claro que el concepto del reino de Dios es absolutamente crucial para cualquier teología bíblica de la misión. Todos los escritos sobre la misionología, la eclesiología y la ética de Jesús de John Howard Yoder apuntan en esa dirección. Por eso los temas de poder, autoridad, ciudadanía, identidad, responsabilidad, obediencia y lealtad deben ser vistos en el contexto de una teología del reino de Dios. Esto he tratado de hacer relevante para los anabautistas latinoamericanos.15
La práctica y la teología anabautista puede ser expresada en gran manera en el tradicional “Cabalga en el Rey Jesús”. La interpretación de Helmut Isaak (2006) de la teología de Menno documenta elocuentemente el lugar muy prominente que tenía el lenguaje y la práctica del reino en la vida y en las obras de Menno Simons. 16
Gerald W. Schlabach, evaluando las fortalezas y las limitaciones del enfoque luterano y calvinista de la teología del reino, contienda por una tercera vía, es decir, más allá de la teología del reino de dos o de uno. “Porque describir una dualidad dinámica y abierta que es fiel a la historia bíblica… es mucho más adecuado que usar uno de los modelos de uno o dos reinos. Se aclara la razón de por qué es tan importante ser una comunidad distinta, pero no relega todo lo que sucede fuera de la comunidad al infierno, la irrelevancia o la mundanería. Habla de la actividad amorosa y salvadora de Dios para la creación, pero no idolatra apresuradamente aquellos signos tentativos del Reino que creemos que percibimos en el mundo”. 17
En mi opinión, la lectura misionológica anabautista de la teología del reino de
Dios tiene al menos siete dimensiones o implicaciones:
- La soberanía de Dios sobre toda la tierra es absolutamente crucial para el mandato misionero de la iglesia (Salmos 24).
- La realeza de Cristo ejerce para el seguidor de las prioridades de Jesús en contra de cualquier otro gobierno.
- El Rey Cristo Jesús, resucitado y entronizado en el cielo, ha dado el mandato de proclamar su evangelio a todas las naciones, la cual debe ser obedecida.
- Dado que la tierra es del Señor, la pérdida de la herencia, la patria y la nacionalidad no es tragedia última, siempre y cuando la comunidad del reino pueda ser transportada a otras áreas geográficas.
- Ser parte del reino de Dios y estar bajo el mando del rey significa protección.
- Hacer la obra del reino de Dios significa la victoria final del cordero/león/rey.
- El reino de Dios produce comunidades con ética y relación específicas, que reflejan las realidades de la Nueva Jerusalén.