Viaje a Bolivia provee ánimo y práctica
El sábado 8 de abril, regresaron de Bolivia tres estudiantes del IBA, quienes estuvieron haciendo parte del programa de evangelismo internacional, DMI, en el mencionado país.
En la primera salida de este 2017, el turno fue para Daniel Penner, estudiante del segungo curso, y Shaila Epp y Luis Salomón, estudiantes del cuarto curso. Quienes estuvieron realizando salidas de evangelismo, y también estuvieron sirviendo en las iglesias de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, brindando apoyo y asistencia a los pastores y congregaciones de la región.
“El poder de Dios se desata cuando anunciamos la Buena Noticia de la Salvación”, dijo Luis, expresando que, para él, la salida también fue un tiempo de comunión con Dios, y de estar agradecidos con Él, por la gracia de la salvación. De este modo, nuestros estudiantes, junto con las demás personas que hicieron parte del equipo de evangelismo, tuvieron la oportunidad de conocer una manera en la cual, constantemente se trabaja para alcanzar el mandamiento dejado por nuestro Señor Jesucristo, de ser testigos hasta lo último de la tierra.
Existen diversas estrategias hoy en día para cumplir con la gran comisión, y los estudiantes, volvieron con la seguridad de que vale la pena tener este tipo de experiencias. Este último, es uno de los propósitos por los que el IBA incentiva esta clase de salidas, ya que dentro de la formación que todos los alumnos reciben, se enfatiza la puesta en práctica de todo lo aprendido, y este aprendizaje se enriquece también por medio de la experiencia.
“Este viaje me ayudó a reflexionar mucho, y a leer de nuevo la Palabra con el propósito de estar preparada para compartirla con otras personas durante el día,” mencionó Shaila Epp.
Esta experiencia le ayuda a los participantes a fortalecer profundamente su relación con Dios, ya que al estar en un contexto distinto al que están acostumbrados, constantemente se están enfrentando a sucesos inesperados, lo que les invita a acercarse más a Él, para estar mejor preparados. Por otro lado, se hacen sensibles a las necesidades que tienen las personas en todos los contextos, incluyendo sus propios hogares. También se enfrentan con las historias que muchas personas comparten acerca de su conversión y su experiencia personal con Dios, y cómo Él se ha manifestado en sus vidas.
En el transcurso del año, seguirán siendo enviados estudiantes de diferentes cursos, a diferentes naciones, y seguramente, al igual que Shaila, Daniel y Luis, tendrán muchas experiencias qué compartir, y regresarán muy animados para seguir preparándose para el servicio, y para poner en práctica lo que ya han aprendido en sus iglesias locales.